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martes, 19 de noviembre de 2013

Nuevas directrices para la obesidad NHLBI

Las nuevas recomendaciones para el manejo de la obesidad a través del NHLBI (Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre) de los EE.UU., se centran en ayudar a los proveedores de atención primaria en el control de peso como vía para promover la salud de sus pacientes. Hay que entender que la mayoría de los proveedores no han sido entrenados en la etiología y la patogénesis de la obesidad y mucho menos en su diagnostico y tratamiento, y debido a que se está operando en un mar de desinformación sobre el control del peso a través de suplementos dietéticos y dietas que prometen una pérdida de peso rápida y fácil, así que el propósito  de las directrices para la obesidad es la de proporcionar información fidedigna para que los proveedores de atención primaria de la salud puedan utilizarla con los pacientes.
Recomendaciones de IMC (índice de masa corporal), Asesoramiento conductual y Cirugía Bariátrica
las nuevas recomendaciones reservan el IMC para la selección fácil y rápida de, a quien deben de aconsejar perder peso y utilizar la circunferencia de la cintura como un indicador del riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular y otras causas de mortalidad. Casi 155 millones de estadounidenses adultos se consideran con sobrepeso (IMC 25 a 29.9) y obesidad (IMC >30). El informe recomienda calcular el IMC en las visitas anuales o con mayor frecuencia.
Ahora la pérdida de peso debe de ser alentada con un IMC de 25 con una comorbilidad y circunferencia de la cintura elevada. El punto de corte para la circunferencia de la cintura es de 40 pulgadas (101.6 cm) o más en los hombres y 35 pulgadas (88.9 cm) o más en las mujeres, aunque habrá ciertos grupos étnicos con puntos de corte más bajos. Una vez identificados los pacientes, los médicos tienen que entender que aún la pérdida modesta de peso puede dar lugar a mejoras en la salud clínicamente significativos. Aunque la mayoría de los estudios recomendaron un objetivo de pérdida de peso de 5 al 10%, mejoras en la salud clínicamente significativos se han visto con pérdidas entre un 2 y 5%.
El punto de partida para la pérdida de peso es el cambio de estilo de vida y los métodos más eficaces incluyen la dieta, la actividad física y el asesoramiento del comportamiento, así como también saber cuándo recomendar la cirugía bariátrica. En cuanto a la dieta, la evidencia revisada indica que no se recomienda un plan de alimentación especial sobre cualquier otro. Lo que se recomienda, sin embargo, es que las preferencias del paciente y su estado de salud deben de orientar a su elección. Por ejemplo, si el paciente tiene hipertensión, sería prudente una dieta DASH baja en calorías pero que sea baja en sodio.
Decirles a los pacientes que necesitan perder peso y aconsejarlos que perder únicamente peso no es suficiente...y que necesitan ayuda.
Las nuevas recomendaciones tienen un principio central que es el reconocimiento por los pacientes de que necesitan ayuda para bajar de peso. Qué reconozcan que necesitan perder peso y qué únicamente bajar de peso no es suficiente. Algunos pacientes lo entienden pero la mayoría no, por eso es muy importante que reconozcan que necesitan ayuda para alcanzar los conocimientos necesarios para provocar y sostener el déficit de energía.
El estándar de oro para ayudar a los pacientes a perder peso es la orientación conductual ya que proporciona asesoramiento sobre la forma de aumentar la actividad física y reducir el consumo del exceso de calorías por lo menos durante 6 meses o más, ya sea en sesiones grupales o individuales, con un proveedor médico calificado. La evidencia indica que programas como éste pueden provocar de forma fiable y mantener la pérdida modesta de peso entre un 5 y 10%, que realmente causa una gran cantidad de beneficios a la salud.
La última recomendación es que los pacientes con un IMC de 35  o mayor y una comorbilidad o un IMC de 40 o más, la cirugía bariátrica puede ser la mejor opción para mejorar su salud.
No hay base de evidencia para recomendar la farmacoterapia.
La farmacoterapia puede tener un lugar en aquellos pacientes que no pueden lograr y mantener la pérdida de peso con los cambios en el estilo de vida, en éste caso la guía recomienda tratar con uno de los medicamentos autorizados contra la obesidad disponibles en las personas con un IMC de 30 o un IMC de 27 y comorbilidades, en un principio por 12 semanas y reevaluar para determinar si están perdiendo peso, y sino lo están haciendo no se deben de continuar por no ser efectivos.


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