Los lentes de contacto cosméticos o decorativos, son aquellos que no fueron indicados bajo una recomendación de algún oftalmólogo u optometrista certificado y que pueden ser adquiridos en tiendas de cosméticos o salones de belleza, con la finalidad de cambiar la apariencia de la pupila o del iris. Obviamente éstos lentes no tienen ninguna regulación y son muy peligrosos, por lo que no deberían de ser utilizados por cualquier persona, especialmente los niños y los adolescentes. Este tipo de lentes son potencialmente tóxicos para los ojos, sobre todo si no se colocan adecuadamente, porque pueden ocurrir complicaciones, incluyendo infección de los ojos o pérdida de la visión en forma permanente.
Cada año se reportan infecciones y complicaciones relacionadas al uso de éstos lentes, sobre todo en las áreas de urgencias o en las clínicas de ojos. La mayoría de los afectados y sus padres no entienden los riesgos de la utilización de éstos dispositivos que no están bajo regulación médica.
Los riesgos se refieren más bien a infecciones debido a la mala colocación y mala higiene. La manipulación del lente, tanto por la inserción o la extracción de los lentes conduce a un alto riesgo de infección corneal bacteriana o infección parasitaria por amibas, ambas infecciones graves a tratar. Habitualmente el tratamiento médico es capaz de resolverlas pero en algunos casos, éstas infecciones pueden llevar a pérdida permanente de la visión.
¿Cuáles son las reglas para su utilización segura? En primer lugar los lentes de contacto se deben de utilizar únicamente para corregir la visión del paciente y no como un vestido o traje de decoración. Por otro lado, los lentes deben de haber sido aprobados por los controles de calidad y de regulación para su uso en humanos. Los lentes deben de colocarse adecuadamente, por lo que el paciente debe de ser instruido con la técnica adecuada para su inserción, esterilización y limpieza y su almacenamiento (todas las normas deben de seguirse cuidadosamente). No deben de utilizarse para dormir ni utilizarse cuando se realiza natación u otras actividades en el agua. Si un niño, adolescente o adulto tiene un ojo rojo o un episodio de dolor relacionado a los lentes, estos deben de ser retirados inmediatamente y acudir al servicio de urgencias para que sea revisado por un oftalmólogo. En el caso de los lentes cosméticos, simplemente éstos no deberían de ser considerados seguros para su uso.
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viernes, 27 de septiembre de 2013
jueves, 19 de septiembre de 2013
Sobrepeso y obesidad en niños con discapacidad. 2° parte....
Perfiles
de la obesidad para grupos particulares
"Se
ha encontrado que la mayoría de los niños que tienen sobrepeso, también están mal nutridos, es decir, ellos tienen suficiente consumo calórico pero no suficientes nutrientes"
Síndrome de Down
Los niños con síndrome de Down tienden a ser más bajitos que los demás niños y los
estudios de metabolismo indican que la cantidad de calorías que el cuerpo
quema en reposo, es menor. Al mismo tiempo, varios aspectos de su condición contribuyen a
la obesidad. El hipotiroidismo que afecta a un 30-50% de los niños con síndrome de Down. El aumento de la leptina, una hormona que regula el consumo de
alimentos y que se correlaciona con la obesidad.
Mala masticación, lo que hace difícil que coman frutas y verduras crudas. Además los niños con síndrome de Down con frecuencia tienen deficiencias sensoriales
que hacen que el equilibrio y la coordinación sea mas difícil, lo que lleva a una disminución de la
actividad física. También pueden tener mal control de sus impulsos y una tendencia a la
oposición, es decir, a no cumplir cuando se les intenta empujar hacia el
ejercicio o los alimentos sanos. Aunque los cálculos varían, un estudio encontró que entre 30% y
el 50% de los niños con síndrome de Down son obesos y tienen mayo riesgo de desarrollar
diabetes tipo 2, tanto por su propensión a la obesidad como a sus grandes reservas de grasa abdominal.
Autismo
Los niños con autismo a menudo tienen problemas sensoriales que afectan
la aceptación de alimentos saludables, a veces mostrando aversión a texturas
especificas, olores, colores, temperaturas, o los nombres de las marcas. A
menudo los padres ceden a sus preferencias de alimentos densos en calorías. Hay niños autistas que
sólo comen papas
fritas de McDonalds. Hay niños que no tienen aversiones especificas y pueden encontrar que
ciertos alimentos, particularmente los almidones como muy placenteros y tienen
dificultad para controlar su consumo. Los estudios han encontrado que:
Los niños con autismo tienen 40% más probabilidades de ser obesos que sus contrapartes.
Los niños autistas consumen más bebidas azucaradas y golosinas y se niegan más del doble a
ciertos alimentos que sus contrapartes.
Hay otros factores también, los niños autistas pueden tomar medicamentos que lleven a aumento de
peso y tienen dificultades motoras que hacen más difícil las actividades físicas. Por otra parte la modificación de las
conductas con dulces y golosinas es una estrategia común de los
terapeutas que trabajan con niños autistas, ya que por lo general no responden a la motivación social.
"Muchos niños son entrenados a no hacer nada a menos que se les de M &
M y caramelos de goma".
Parálisis cerebral
Los niños con parálisis cerebral son obesos en la misma proporción que los demás niños, pero el
porcentaje de los niños con parálisis cerebral que son obesos se ha duplicado en la actualidad.
Algunas investigaciones indican que los niños que estaban enfermos o desnutridos en el útero pueden
tener metabolismos alterados que se aferran a cualquier disponibilidad de calorías, por lo que
es muy fácil para ellos subir de peso. Al mismo tiempo tienen
dificultades para masticar y tragar frutas y verduras, lo que lleva a confiar
en alimentos suaves, menos nutritivos pero que también son altos en
calorías.
Síndrome de
Prades-Willi
Son típicamente afectados por una sensación crónica de hambre y
a una incapacidad para sentirse satisfechos, lo que da lugar a la búsqueda de
atracones de comida. Tienen menores necesidades calóricas debido a
su metabolismo lento y baja estatura. Además con frecuencia tienen discapacidad intelectual y trastornos
del comportamiento que hacen de las actividades físicas mas difíciles. Es la causa genética mas común de obesidad
infantil que pone en riesgo la vida.
Espina
bífida
Los niños que padecen espina bífida, especialmente aquellos que también padecen
hidrocefalia, tienen un alto riesgo de obesidad. La asociación de Espina Bífida informa que
al menos la mitad de los niños mayores de 6 años tienen sobrepeso y en la adolescencia y edad adulta más de la mitad
son obesos. Los factores que contribuyen a la obesidad son:
Los trastornos neurológicos que contribuyen a problemas de la movilidad. La baja estatura que lleva a reducir las necesidades calóricas y un ritmo metabólico más lento resultante de una mayor proporción de células grasas a nivel abdominal.
Soluciones.
Las 5 esferas de influencia
Individual
Los niños tienen que participar en las decisiones sobre su propia salud
y bienestar. Los padres pueden hablar con ellos sobre alimentación saludable y la
importancia de la actividad física e involucrarlos en la búsqueda de alimentos saludables agradables y
actividades físicas placenteras. Los niños pueden fijarse sus metas para sí mismos. Estas no deben de ser la pérdida de
peso sino nuevos comportamientos "comer frutas y verduras diariamente, ir
a clase de yoga una vez a la semana, aprender a nadar". Hay que hablar con
ellos y no predicarles ni decirles que hacer.
Interpersonal
Las familias deben de
comprometerse no sólo a cambiar los hábitos de sus hijos sino de toda la familia. Hay que cambiar el
ambiente del hogar. Eso significa, padres, hermanos, seguro que esto se hace más fácil si todos están a bordo. La
ventaja de este enfoque es que todo el mundo recibe beneficios de sentirse más sanos y con más energía y los niños aprenden de
esta manera que el peso saludable es parte de una vida saludable y no es algo
que se les esté imponiendo debido a su discapacidad.
Elisa una madre de un niño con autismo está decidida a perder peso, mientras que también consigue de
Alex tenga un peso saludable, manteniendo su peso actual a medida que crece.
Para tal fin ha hecho algunos cambios. Dan un paseo todas noches después de cenar en
lugar de ver una película y Elisa se asegura de mantener su casa equipada de
alimentos saludables. A menudo cuando los compañeros crecen son los motivadores mas eficaces,
incluso que los padres. Si ellos están involucrados en el deporte la persona con discapacidad tendrá que hacerlo
para estar con ellos.
Organizacional
Los padres deben de asegurarse de que todas las personas en la
vida de un niño estén trabajando juntos para promover un peso saludable. En las
escuelas, significa educar a los maestros y al personal a no utilizar comida
para modificar comportamientos. Y a defender la educación física adaptada. A
los servicios de educación que garanticen la actvidad física para alumnos con graves retrasos motores. Los médicos también necesitan ser
educados ya que muchos no están familiarizados con las distintas necesidades de los niños con
discapacidad o de las consecuencias de algunos medicamentos en el aumento de
peso. En promedio, una persona con discapacidad intelectual tendría que ir con 50
médicos
diferentes, antes de encontrar a uno con experiencia y formación. A menudo los
niños con
discapacidad ven a una variedad de especialistas, pero no tienen un proveedor
de atención de salud primaria que pueda trabajar con ellos en las
estrategias preventivas del control de peso.
Comunidad
Muchas de nuestras decisiones están determinadas por nosotros en el entorno que
construimos sin darnos cuenta. Aparentemente detalles menores como la ausencia
de rampas en las aceras, paso peatonal, aceras, ascensores, son los principales
impedimentos para la persona con discapacidad, de que puedan tratar de ir al
gimnasio o llegar a la piscina. La manera como se construyen las comunidades en
la actualidad es un incentivo perverso hacia la vida sedentaria. Centros
recreativos, clubes deportivos, grupos deportivos, necesitan regular su oferta
de modo que los padres puedan llevar a sus familias a un lugar donde puedan
realizar ejercicio. Los patios del recreo necesitan estructuras accesibles y
los parques caminos accesibles. Dar el primer paso que es el acceso y el
siguiente paso es la participación de todos.
Sociedad
Los investigadores y los políticos que buscan comprender y combatir la
obesidad infantil deben de asegurarse de incluir a los niños con
discapacidad en sus estudios, planes y políticas. Algunas iniciativas políticas deben de centrarse en la mejora de la
disponibilidad de alimentos saludables en las escuelas y los barrios, así como la
disminución de la cantidad de publicidad de comida chatarra y su
comercialización dirigida a los niños.
Recursos
Herramientas para padres
Prevención temprana. La prevención del peso saludable es más fácil que perderlo y además los malos hábitos son mas difíciles de romper. Hacerlo temprano en la vida tendrá mejores
resultados que cuando se llega a la vida adulta.
Hacer el cambio en familia. Todos se benefician de una dieta
sana y de poner limites claros frente al tiempo que se pasa frente a una
pantalla, y ejercicio regular, incluyendo padres y hermanos.
Usa lo que sabes. Posiblemente usted ya este utilizando técnicas claves
para bajar de peso: el establecimiento de metas, retroalimentación, refuerzo
positivo y control de los desencadenantes
y de los estímulos ambientales. Más que pensar en el peso como un desafío adicional,
pensar en él como un ejemplo más para la fijación de limites y del comportamiento.
Comience poco a poco. Las rutinas son importantes para todas las
familias, especialmente las que tienen niños con discapacidad. Introducir los cambios poco a poco. Apague
la televisión durante la cena, elimine los refrescos de su lista de compras,
o instituir un paseos en familia a la semana. "Un poco da, enormes
beneficios"
Reconocer desencadenantes.
Haga un plan. Anime a su hijo a tener salud, sus propias metas
de aptitud y celebrar cuando cumplen. Metas alcanzables deben incluir el
consumo de frutas y verduras todos los días o caminar todo el trayecto a la biblioteca.
Herramientas
para padres
Evite la guerra de alimentos. Mantenga sus esfuerzos de comida
sana en un ambiente divertido
Comida agradable, libre de distracciones como la televisión
Anime a que disfrute la comida, comiendo lentamente
Sea modelos de buenos hábitos alimenticios
No utilice la comida para premios o castigos
No lo deje que se salte comidas
Aprenda a dado el tamaño de la porción apropiado para la edad del niño
Sirva frutas y verduras crudas tan pronto sea posible, ya que
llenan más
Si la masticación y la deglución son un problema, sirva alimentos sanos que se mastiquen con
facilidad, yogur, al vapor (puré de frutas o verduras)
Aprenda a leer las etiquetas nutricionales para saber su
contenido en azúcares y sal
Permitir en ocasiones especiales dulces y comida chatarra para
que no se conviertan en fruto prohibido.
Ofrecer variedad de alimentos y algunos en forma de muchas
presentaciones para que pueda ser aceptado
Si su niño por lo general repite plato, que la primera porción sea más pequeña
Permitir almidones, solo después de comer frutas y verduras
Involucrarlos en la planificación, compra y cocinado
Comer solo en el comedor, no en el coche o caminando, etc.
No beber calorías, evitar bebidas azucaradas
Mantenga comida chatarra y refrescos fuera de casa
Escoja granos enteros sobre los refinados
Hornee, ase o escalfe, en lugar de freír
Elija cereales bajos o sin azúcar agregado
Si el picoteo es un problema, establezca tiempos de cocina
cerrada
Si cree que come por aburrimiento, redirigirlo a actividades
agradables
Estrategias
para comer en restaurantes
El control de las porciones es más fácil en casa y puede ser difícil cuando se sale a comer. 4 estrategias para salir a comer sin
crear un sentimiento de privación o conflicto:
Pedir un plato para llevar alimentos a casa y cuando sirvan,
poner algunos a un lado, diciendo, "esto es para más tarde".
Esto ayuda a evitar la situación de la cantidad.
Discutir el menú, viendo la opción de alimentos saludables antes de ordenar pero deja que elija
cuanto de ello quiere.
Si quiere un alimento particularmente alto en calorías, como papas
fritas, hablar con el servidor en privado para que solo sirva la mitad de la
porción.
Evite el "comer todo lo que pueda" de algunos
restaurantes o buffets.
Estrategias
para introducir nuevos alimentos
Leerle libros sobre comida
Hacer arte con la comida
Háblele sobre la comida en el supermercado, lo que es, de donde
viene y como se cocina
Use imágenes, anuncios, fotos de revistas de alimentos para hablarle de
los alimentos
Use un rodillo o un mazo para aplastar los alimentos secos
Hablar siempre sobre la comida de forma positiva
Use cortadores de galletas para el pan, carnes frías o lo que le
vaya a dar
Permita que vierta, mezcle y retire los alimentos
Anímelo a tocar, oler, y jugar con la comida, incluso si ni se la
coma. No prueba la comida por el
Si esta dispuesto a probar la comida, permita que la escupa si
así lo desea
Cadena
de alimentos
Los niños con aversiones alimentarias podrían beneficiarse
de una técnica llamada encadenamiento, que tiene por objeto evitar que
tengan sobrecarga sensorial. El objetivo es comenzar con un alimento que el niño acepta y luego
progresar a otro
Un niño con discapacidad, habitualmente tiene problemas para preparase
para la tarea de comer. Se ven afectados por todo a su alrededor. Por ejemplo,
cuando el niño se sienta, su cuerpo es asaltado por información sensorial de
todos lados: luces, número de personas sentadas en la mesa, ruido, sensación de la silla
por debajo de ellos, la ropa, los aromas de los alimentos, el gusto del
alimento cuando se le pone por primera vez en la boca y las sensaciones cuando
aplasta la comida con sus dientes.
Algunos niños prefieren los alimentos cuya textura no cambia cuando los
mastican. O no son capaces de predecir la textura de un alimento antes de
morderlo y lo retienen sobre la lengua. Otros pueden responder escupiendo la
comida.
No le empuje alimentos que no pueda tolerar, porque, comer se
convertirá en algo que tema o evite.
Los niños buscan alimentos con los que sienten seguros y no siempre
comen o beben por hambre y sed. Los niños pueden encontrar comodidad y bienestar emocional en la búsqueda de
alimentos predecibles que son familiares para ellos. Es su manera de protegerse
de ser abrumados por las propiedades sensoriales de los nuevos alimentos. La
hora de comer puede ser abrumadora para ellos.
¡Sigue
intentando, no te rindas, sigue trabajando!
Cosas que debes conocer:
Los alimentos nuevos hay que ofrecerlos sobre la base de una
jerarquía de los sentidos. El niño debe de ser capaz de tolerar estar en el comedor, a la vista
de la comida, de su aroma, de la sensación de la comida en sus manos y, finalmente, el gusto por lamer o
morder, masticar la comida. No abrumar con demasiados alimentos a la vez. Si un
alimento no es satisfactorio, considerar si se puede modificar. Los adultos
pueden mirar un alimento y predecir, cual va a ser su gusto en la boca, pero los
niños no. Reconocer
que algunos alimentos con las carnes y las verduras son más difíciles.
Snacks
saludables
Mantenga siempre fruta y cortada alrededor
suyo y el comerá fruta
Sirva bocadillos que contengan al menos 2 grupos de alimentos,
como las proteínas y los hidratos de carbono. Mantenga en recipientes meriendas
saludables en el refrigerador como verduras cortadas, galletas de trigo
integral y nueces. Lleve bocadillos cuando salga y evite las máquinas
expendedoras. Mantenga la comida chatarra y refrescos fuera de casa. Lista para
comprar:
Manzanas y mantequilla de cacahuate, yogur con granola y frutas,
queso y galletas, galletas de avena y leche, brochetas de fruta y queso, cortar
verduras aliñadas con una salsa baja en grasa, huevos duros, jamón o rebanadas de
pavo, mezcla de frutos secos, pretiles, palomitas de maíz, helados
hechos en casa a base de jugos de fruta, yogur light, batidos hechos con frutas
congeladas, queso de soya, agua, pasteles e arroz, galletas integrales, pan de
grano entero, queso bajo en grasa, duraznos enlatados.
Sustitución de alimentos
como recompensa
El uso constante de las recompensas de alimentos por buena
conducta o trabajo duro, le enseña a su hijo que cuando haga algo lo hace para conseguir comida y
les enseña a valorar los tipos de alimentos que se utilizan como
recompensa como los altos en azúcar y grasa.
Haga una lista de todos los tiempos de recompensa de alimentos
que se utilizan, se sorprenderá de lo que está comiendo. Cambie la forma de atraerlos a realizar trabajos o
que cambien de comportamiento sin una recompensa. Tiene que aprender que hacer
algo es porque, es lo que se espera de él de una determinada situación y no para conseguir algo de ellos.
Introducción al ejercicio
Hágalo divertido. Elija actividades que su hijo disfrute, nadar,
bailar, saltar, yoga, baloncesto, bolos, escalar en un gimnasio. Muchos niños con
discapacidad pueden tener más diversión con los deportes individuales y no competitivos, pero a otros
les encanta ser parte de un equipo.
Realizar un plan de seguridad y luego relajarse. Asegurarse que
usen equipo seguro como cascos o protectores de la mandíbula y compruebe
que el ambiente esté libre de obstáculos o peligros. Luego, relajarse y permitir que el niño pueda
experimentar golpes y rasguños. "todos tienen heridas de batalla"
Permitir que los niños fallen. Al iniciar una nueva actividad, puede no tener éxito, o que se
canse rápidamente o tenga problemas para hacerla. Está bien,
establezca metas realistas desde el principio, y al terminar la clase, trabajar
con él para fijar
nuevas metas que sean alcanzables.
Reducir el tiempo de sedentarismo. Cada vez que reduce el tiempo
que pasa sentado frente a una pantalla, aumenta el tiempo dedicado a la
actividad física.
Involucrar a los pares y a la comunidad. Los niños se motivan
cuando están haciendo las cosas con otros niños. Cuando participan en las olimpiadas
especiales, se han encontrado menores tasas de depresión y más sentimientos
de participación.
Etiquetas:
Discapacidad,
Obesidad infantil
Tampico Tamps
Tampico, Tamaulipas, México
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Sobrepeso y obesidad en niños con discapacidad. 1° parte.
Muchos niños con discapacidad se enfrentan a múltiples desafíos de cara a mantener un peso
saludable. Aversiones alimentarias, efectos secundarios de medicamentos y
limitaciones en la movilidad, los predisponen al sobrepeso y a la obesidad,
agravando la epidemia de obesidad. Un estudio encontró que entre adolescentes con síndrome
de Down, 86% tuvieron sobrepeso u obesidad. De acuerdo al Centro para la
prevención y control de enfermedades, los
niños con discapacidad tienen 38%
más riesgo de tener obesidad que
sus contrapartes.
13% de
las familias tienen algún niño con discapacidad. También
muy a menudo, los niños con discapacidad han
quedado fuera de las discusiones de la obesidad. Cada vez escuchamos con mayor
frecuencia por parte de los padres con niños con discapacidad, lo difícil que es mantener un peso saludable en sus hijos. ¿Como podemos ayudarles a tomar decisiones saludables? ¿Como podemos ayudarles a controlar su peso, especialmente
en aquellos que están bajo medicación? ¿Como pueden tener mayor
movimiento, que sea divertido y seguro para ellos? Dado que los niños con necesidades especiales son primeramente niños y luego discapacitados, ellos requieren un nivel extra
de consideración y atención en orden a mantener un peso saludable.
¿Qué
es la obesidad?
La
obesidad es definida por el índice de masa corporal, que
estima la cantidad de grasa en el cuerpo de una persona, basado en el peso y la
talla.
Un niñ@ es definido a tener sobrepeso cuando su IMC está encima del
percentil 85 y abajo del percentil 95, para los niñ@s de la misma
edad y sexo.
Un niñ@ es definido a tener obesidad cuando su IMC está encima del
percentil 95, para los niñ@s de la misma edad y sexo.
Las investigaciones han demostrado que tanto los niños como los
adultos con discapacidad tienen más riesgo de sobrepeso y obesidad que sus contrapartes.
Estadísticas
Las olimpiadas especiales, que es un programa recreacional a
nivel mundial para gente con discapacidad. Y a pesar del involucro
en deportes, se estima que 16.1% de los atletas investigados tienen sobrepeso y
32.9% tienen obesidad. Todos juntos, cerca de la mitad de esos atletas no tienen peso saludable.
Esto es alarmante porque una vez con sobrepeso u obesidad, por lo general
tienden a no querer realizar actividad física. Además 22.5% de los niños con discapacidad tienen obesidad, comparados con el 16 de los
niños sin
discapacidad. El problema es más pronunciado en niñas que en niños:
Entre las niñas con discapacidad de 2-17 años, la prevalencia de obesidad es del 23%. Mientras que en las niñas sin
discapacidad es del 14%.
Entre los niños con discapacidad de 2-17 años, la prevalencia de obesidad es del 21%. Mientras que en los
niños
sin discapacidad es del 17%.
El problema es más agudo en los que inician la adolescencia. La CDC encontró que el 18% de
los niños sin discapacidad, de 10-14 años tiene obesidad, mientras que en niños con
discapacidad del mismo grupo de edad, tiene obesidad el 30%. Mientras los niños sin
discapacidad tienen muchas opciones para controlar su peso, a través del deporte y
otras actividades. Los niños con discapacidad a menudo no las tienen.
Las diferentes clases de discapacidad ofrecen sus propios desafíos:
80.6% de los niños con limitación funcional para
la actividad física tienen sobrepeso u obesidad
50.8% de los niños que reciben
servicios de educación especial tienen sobrepeso u obesidad
44% de los niños con déficit de atención tienen sobrepeso u obesidad
En un reporte del 2010, un grupo de investigadores midió el IMC de 461
adolescentes de 12 a18 años con discapacidad física, intelectual o del comportamiento, y se encontró lo siguiente:
67.1 de los adolescentes con desorden del
espectro autista, tuvieron sobrepeso u obesidad
86.2% de los adolescentes con síndrome de Down,
tuvieron sobrepeso u obesidad
18.8% de los adolescentes con parálisis cerebral
tuvieron sobrepeso u obesidad
83.1% de los adolescentes con espina bífida tuvieron
tanto sobrepeso u obesidad
Los niños con discapacidad deben de trabajar más duro que sus
contrapartes para lograr sus tareas cada día. La obesidad les adiciona una barrera de dificultad tanto para
el niño como para sus padres.
Así es como:
La obesidad puede hacer más difícil el movimiento y dificultar la habilidad para participar en
actividades de ocio, que van desde juegos en el recreo o en el parque de
diversiones.
La obesidad, adiciona un estigma para el niño ya de por si
estigmatizado por su misma discapacidad.
La obesidad ofrece más dificultad para sus padres para ayudar a los niños con tareas
cotidianas diarias como bañarse o ir al baño.
La obesidad le agrega al niño, adolescente y adulto con discapacidad, riesgo aumentado para
diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, asma, apnea del sueño, problemas
ortopédicos, ginecológicos, etc.
Además la obesidad eleva el costo para cuidados de la salud, ya de por sí alto en niños con discapacidad.
Factores
de riesgo
Obstáculos para lograr peso saludable en niños con
discapacidad
Factores de riesgo para obesidad en la
población general
Las causas de obesidad no son un misterio, y paradójicamente, lo
que precipita su incremento no es complemente comprendido. En términos simplistas,
la gente gana peso cuando consumen más calorías de las que gastan. Pero la raíz de las causas detrás del desequilibrio calorías/actividad, son aún tema de debate. ¿Es nuestro
estilo de vida sedentario? ¿Es nuestra comida altamente procesada? ¿Hay otros
factores a considerar?
Razones comúnmente citadas como causas de obesidad:
El alto precio de los alimentos saludables comparados con los no
saludables
Tamaño de las porciones más grandes
Alimentos procesados mayormente disponibles
Aumento en el consumo de bebidas azucaradas
Disminución en la actividad física
Mayor tiempo frente a pantallas
Sueño inadecuado
Aumento en la exposición a alimentos y medio ambiente que causa alteración del
metabolismo endocrino
Factores de riesgo para obesidad en niños con
discapacidad
Los niños con discapacidad tienen los mismos factores de riesgo para
obesidad que otros niños. Pero ellos también tienen un gran conjunto de factores en relación a su propia
discapacidad. Se han identificado 7 factores de riesgo de cara a la obesidad:
Factor
de riesgo 1: Una más compleja relación con los alimentos
Una dieta saludable, es alta en frutas y verduras, granos
enteros y proteínas y baja en grasas y azúcares. Pero los niños con discapacidad pueden tener barreras físicas o de
comportamiento para una dieta saludable. Los niños con síndrome de Down y parálisis cerebral pueden tener problemas para la masticación y la deglución que los puede
llevar a comer alimentos más suaves y más procesados. Niños con desórdenes del espectro autista pueden tener una intensa aversión a ciertas
texturas, sabores y colores, lo cual los lleva a consumir un limitado surtido
de alimentos. "Podemos tener a un padre diciendo, todo lo que el come son emparedados de mermelada y mantequilla de cacahuate" y no es tan fácil decirle,
"pues no le dé esas cosas". Los padres de niños con
discapacidad a menudo son reacios a entrar en conflicto con sus hijos respecto
a la comida, tanto porque ya de por si están luchando suficiente con el comportamiento y la discapacidad o porque no desean
eliminar una fuente de placer para un niño que ya de por sí tiene muchos desafíos. Otro factor es la influencia de los compañeros. El deseo
de encajar, es fuerte para cualquier niño. Si otros niños están comiendo dulces o tomando jugos, tratar de evitar esos
alimentos llega a ser más difícil, especialmente si esas elecciones están ampliamente disponibles en el campus escolar. Otro situación se presenta cuando los padres, terapeutas, profesores, ofrecen
dulces u otros alimentos no saludables para cambiar conductas y con menos
frecuencia, para castigar el comportamiento no deseado, con la retención de ellos.
Ambos enfoques hacen a éstos alimentos más deseables. A veces el alimento se utiliza simplemente para
expresar afecto o aumentar el cumplimiento. A veces el personal de la escuela
les pone algo extra en el plato como una galleta, porque piensan que están haciendo algo
dulce, pero más bien, es una forma extraña de discriminación.
Factores de
riesgo 2. Barreras al ejercicio
El ejercicio es vital no sólo para mantener un peso saludable, sino también para mejorar
el tono muscular, la circulación y el estado de ánimo. Cuando los niños con discapacidad tienen ejercicio regular, están ayudando a
controlar la progresión de las enfermedades crónicas y el declive funcional, mientras que mejora su salud en
general. Pero el 39% de los jóvenes con discapacidad física informan de no realizar ejercicio en absoluto.
Las razones son muchas. Los niños con enfermedades cardíacas o
respiratorias tienden a cansarse más fácilmente, por lo que es más difícil para ellos participar en la actividad física. Los niños con parálisis cerebral,
espina bífida o la distrofia muscular puede tener problemas importantes
de movilidad. Muchos niños con discapacidades necesitan modificaciones para poder
participar en actividades de acondicionamiento físico, y pueden no tener acceso a equipos de
adaptación o de clases de recreación incluso. Por ejemplo, mientras que los niños con una gran
variedad de discapacidades disfrutan jugando en el agua, esa opción no puede estar
a su disposición si la piscina no tiene un ascensor para entrar y salir. Un
estudio de los factores que afectan a la recreación y la participación de actividades
de ocio de los niños con discapacidad, encontró que las tres barreras principales fueron las
propias limitaciones funcionales de los niños, el alto costo de los programas y de los equipos
especializados, y la falta de facilidades o programas.
Factores
de riesgo 3. Medicamentos
Setenta y cinco por ciento de los niños con cuidados
especiales de salud necesitan tomar por lo menos un medicamento con receta.
Muchos medicamentos, en particular ciertos antipsicóticos,
antidepresivos, anticonvulsivos, estabilizadores del ánimo y neurolépticos, se
asocian con aumento de peso. "Parecería que los médicos no necesariamente ven de cerca las consecuencias de la
prescripción de ese tipo de medicamentos en términos de que sea perjudicial para la salud
de un niño con discapacidad".
Factores
de riesgo 4. Estrés de la familia
Los padres de niños con discapacidad, tienen horarios llenos entre citas de médicos y
terapeutas, las responsabilidades adicionales del transporte. Con tanto
quehacer, los alimentos procesados altos en calorías parece ser una opción más viable que la
de cocinar. De la misma forma, el ejercicio cae en la categoría de "tal
vez algún día, cuando tengamos tiempo". El 21% de las familias informan
grandes cargas financieras, porque no pueden trabajar tiempo completo o por
gastos que no cubre el seguro medico. Los alimentos saludables, el ejercicio o
la consulta profesional, puede estar simplemente fuera de su alcance. En suma,
la carga financiera adicional pueden hacer que las iniciativas de control de
peso parezcan abrumadoras. Como un estudio señala, "es necesario dinero y tiempo para
preparar alimentos sanos, aumentar la actividad física y reducir el tiempo frente a pantallas,
puede ser más difícil para esas familias que están luchando con las finanzas, el tiempo, energía, y las
presiones asociadas con el empleo".
Factores
de riesgo 5. Desordenes genéticos.
Ciertos trastornos genéticos que se acompañan de obesidad, como síndrome de Prader-Willi, Bordet-Biedl, Cohen, Borjeson,
Carpenter, MOMO, y otras condiciones como el síndrome de Down, espina bífida y
trastornos del espectro autista tienen características para un particular riesgo de obesidad.
Factores
de riesgo 6. Percepción del riesgo
Niños con discapacidad a menudo están ansiosos de participar en actividades físicas. Pero los
padres, maestros, pediatras y entrenadores, pueden sentir que la actividad física será muy difícil, peligrosa o
muy decepcionante. "Parte de todo esto tiene que ver con los estereotipos,
y la idea de que los niños con discapacidad están demasiado enfermos para participar en actividades físicas. Un
estudio encontró que los pediatras frecuentemente subestiman los beneficios y
sobrestiman los riesgos de la recreación física. Los padres tienden a preocuparse por miedo al fracaso y a
que el niño pueda lastimarse con el desafío físico. En un estudio de niños entre 11 a 16 años con discapacidad, 68% de los padres no quieren que sus hijos
se lastimen o se puedan poner en una situación en la que sean vulnerables."Todos los
niños se van a caer
y lastimarse las rodillas, tener un esguince del tobillo, está bien, los
beneficios de la actividad física superan los riesgos y vale la pena". Los atletas con
discapacidad tienen tasas similares de
lesiones que otros atletas. Es un riesgo mayor sentarse y no hacer nada.
Tenemos que conseguir que se muevan, desafiar a los niños a disfrutar
del ejercicio y disfrutar de la diversión y la salud física y emocional que viene del mismo. A menudo las
preocupaciones de los padres tienen que ver con sus raíces de un mal
modelo deportivo (ganadores y perdedores).
Factor
de riesgo 7. Aislamiento social
Los niños con discapacidad tienen menos amigos que otros de su misma
edad, por lo que se pierde la oportunidad para jugar en un entorno al aire
libre. Al mismo tiempo son excluidos del equipo de deportes, porque creen que
no contribuirán a la victoria. A menos que se les de oportunidad para
participar en actividad física estructurado o no, los niños con discapacidad serán inactivos.
Factor
de riesgo 8. Tiempo frentes pantallas.
La mayoría de los niños en nuestra cultura tienen acceso a un surtido alucinante de
diversiones sedentarias como televisión, videojuegos y las computadoras. Los entretenimientos se ven
como "enviados del cielo" en las familias de niños con
discapacidad y que a menudo se utilizan para proporcionar "tiempo
libre" para la familia. Al mismo tiempo, sin embargo, el tiempo
frente a pantallas está fuertemente asociado con obesidad. Aunque las razones de esto
no se entiende completamente, los estudios han encontrado que el ver televisión reduce la tasa
del metabolismo de los niños, mas que el mismo descanso. Al mismo tiempo los televidentes
están expuestos a un
constante bombardeo de la publicidad de refrescos, bocadillos, comidas rápidas y dulces,
que es una de las razones porque la gente tiende a merendar mientras ve
televisión. La obesidad infantil esta casi directamente relacionada con
la cantidad de tiempo que pasan los niños frente a las computadoras y televisores.
Etiquetas:
Obesidad infantil
Tampico Tamps
Tampico, Tamaulipas, México
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