Alrededor de un 5% de los niños y adolescentes tienen obesidad grave y por lo tanto un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca prematura, según la Asociación Americana del Corazón en una nueva declaración y también apoyada por la Sociedad de Obesidad.
Aún cuando las tasas de obesidad infantil pudieran estabilizarse, quienes ya tienen una obesidad importante, esta seguirá agravándose, por lo que muchos investigadores creen que la "obesidad severa" sea una clase de nueva definición del riesgo y graves consecuencias como perfil cardiovascular y metabólico adverso, en comparación con el sobrepeso y la obesidad de menor grado.
La definición de obesidad severa en niños de 2 años, se define cuando el índice de masa corporal (IMC) está un 20% arriba del percentil 95 para la edad y sexo o un valor numérico de IMC de 35 o mayor.
Es muy importante reconocer y de hecho lo vemos en la práctica de nuestra consulta diaria, que los niños con este nivel de obesidad tienen opciones de tratamiento limitadas y la gran mayoría de los enfoques estándar para la pérdida de peso no son suficientes para ellos, más cuando los mismos padres padecen también de obesidad importante y no se involucran del todo en el tratamiento, agregándose también el hecho de que muchos de ellos abandonan el programa de tratamiento.
Sabemos que las intervenciones en la modificación del comportamiento y estilo de vida en adolescentes con obesidad severa solo han demostrado un muy modesta mejora en el IMC, pero en general siguen manteniendo un nivel de obesidad severa y con frecuencia recuperan peso después de haber concluido el programa de tratamiento multidisciplinario estructurado. Pareciera que vivieran atrapados en su enfermedad, una enfermedad que los envuelve en sus tentáculos con escasas posibilidades de liberarse. Y esto aunado a que el papel de la gestión médica es muy limitada dado que sólo hay un medicamento aprobado para el tratamiento de la obesidad en adolescentes. ¿De qué manera nos estaremos enfrentando a ese gran número de pacientes con las complicaciones inherentes de la obesidad mórbida?
El estado actual de la cirugía bariátrica, se sabe que ha sido eficaz en la reducción del IMC y en la mejora de los factores de riesgo cardiovascular y metabólico, aunque los estudios de resultados a largo plazo son escasos. Además muchos adolescentes con obesidad severa no califican para la cirugía y su acceso aún es limitado por los costos, escasa cobertura de las aseguradoras y por la experiencia del propio equipo quirúrgico con adolescentes, porque definitivamente que no es el mismo escenario clínico, que cuando se realiza la cirugía en los adultos.
Se requiere de una mayor conciencia de esta enfermedad crónica por la sociedad y la investigación médica futura debe de cerrar las brechas en relación a estilos de vida, medicamentos y cirugía.
Todos los tratamientos innovadores basados en comportamiento, medicamentos, muchos de ellos aún en desarrollo y procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, tendrían que ser evaluados sobre su eficacia y seguridad en este grupo de pacientes, que ya de por sí tienen altos riesgos médicos y psicosociales.
Los padres son los mejores modelos para sus hijos en cuestiones de una alimentación saludable y de actividad física, sin su participación la tasa de éxito es muy baja.
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