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sábado, 14 de septiembre de 2013

Vacuna de la gripe y niños con alteraciones del neurodesarrollo o enfermedades neurológicas

A pesar de que los niños con alteraciones del neurodesarrollo o con enfermedades neurológicas tienen mayor riesgo de complicaciones relacionadas al virus de la gripe, sólo poco más o menos la mitad son vacunados contra el virus.
Aunque no lo crean, eso es lo que pasa también con la población normal en cuanto a la tasa de vacunación, es decir, sólo la  mitad de la población "sana" se vacuna contra el virus de la gripe. El dilema aquí, es que los niños con discapacidad tienen mayores riesgos de hospitalización y complicaciones, que incluso llevan a la muerte si contraen el virus de la gripe.
La mayoría de los padres de niños con discapacidad confían en el sistema de salud y sobre todo los médicos, pero en varios estudios se ha documentado que la información proporcionada sobre el tema de la vacunación es confuso. En muchas ocasiones el mismo médico tiene problemas para precisar el tipo de vacunas a proporcionar y cuando éste las indica, el otro problema a que se enfrentan es que en el puesto de vacunación desconocen la enfermedad neurológica y por temor e ignorancia los rechazan aduciendo pretextos algunos de ellos bastante fantasiosos. Cuando trabajaba en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, Tamaulipas, incluso del puesto de vacunación me mandaban un recado para que autorizara la aplicación de la vacuna  y que su aplicación era bajo mi responsabilidad, porque de otra forma no se las aplicaban, ¡que tal!. Lo antes descrito traduce una gran laguna de desconocimiento en torno a la vacunación en niños con discapacidad, lo cual resalta la importancia de mayor información sobre ese tipo de enfermedades y de sus necesidades asistenciales, las cuales en general, son similares a sus contrapartes normales.
Hay registros en la epidemia del 2009 con H1N1, de que un desproporcionado número de niños con discapacidad murieron. Retraso mental y epilepsia, fueron las 2 condiciones más comunes que afectaron a los niños que murieron ese año ¿no se identificaron como enfermedades de alto riesgo? ¿los padres no hicieron caso a la recomendación de vacunarlos y ellos mismos no se vacunaron? ¿se les rechazó a vacunarlos por su discapacidad?, independientemente de lo que haya sido, no debiera ocurrir en el futuro.
Muy importante es que los padres o cuidadores y toda la gente a su alrededor también deben de vacunarse para mayor protección del niño con discapacidad. Todos tenemos el mismo derecho a la salud y a una vida plena.

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